Tradicionalmente, el bacalao (Gadus Morhua) es capturado en las frías y limpias aguas del Atlántico Norte y salado durante por lo menos 25 días con sal marina, preferentemente de Ibiza. Este método tradicional de curado le proporciona al bacalao unas cualidades nutricionales y gustativas que no posee el bacalao fresco. Por eso el bacalao salado tradicional es el preferido por amas de casa y profesionales. El bacalao es una es muy sano, rico en proteínas y VITAMINAS. Además, tiene un alto contenido en Sodio, Calcio, Potasio, Hierro,... Es de fácil digestión, idóneo para una dieta equilibrada y es un producto repleto de sabor.
Desalado tradicional:
El bacalao se corta en trozos.
Se ponen bajo un chorro de agua del grifo para quitarles la sal gorda de su parte exterior.
Todos los trozos se colocan dentro de un recipiente, con al menos
el triple de su peso en agua.
Se mantienen en agua 48 horas como mínimo. El agua debe estar fría para evitar que el bacalao se abra. Se puede incluso añadir hielo
si fuese necesario.
Durante ese tiempo, cambiar de agua 3 o 4 veces.
Pasadas las 48 horas: se saca, se escurre, se descama y se seca con un paño.
Una vez limpio y escurrido, el bacalao está listo para cocinar.
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